A veces, cuando están varios niños juntos, puede llegar el momento en que un adulto debe mediar en sus juegos. Esto no hay que hacerlo por rutina, ya que son ellos los que deben dejar volar la imaginación para encontrar una fórmula para divertirse. Pero, en ocasiones, no estará de más proponerles algunos juegos.
Por supuesto, habrá que tener en cuenta la edad de los niños a la hora de dar alternativas. Nosotros os vamos a dejar algunas ideas de juegos, que muchas de ellas coincidirán con los más clásicos juegos, a los que los padres jugaban también de niños.
– La gallinita ciega. Un niño se venderá los ojos, mientras los otros le dan vueltas y cantan o recitan la popular canción (Gallinita ciega. ¿Qué se te ha perdido? Una aguja y un dedal ¡Echa mano a rebuscar!) A continuación, el resto se alejará del niño con los ojos tapados, y éste deberá buscarlos a ciegas (mientras se le ayuda diciendo frio o caliente, dependiendo de si está más o menos cerca). El primer niño, al que coja la “gallinita ciega”, será el próximo en “quedársela”.
– El pollito inglés. Un niño se pone mirando hacia una pared, y el resto se alejará. Los niños se deberán ir acercando a la pared, sin que el que se la ha quedado los vea moverse. El que está en la pared irá diciendo “1, 2 ,3 pollito inglés” y se girará, si ve a alguno moverse, ése se volverá a alejar hasta el punto de partida. El siguiente en “quedársela” será el primero que llegue a la pared sin que el otro lo haya visto avanzar.
– El veo veo. Otro clásico, que los mantendrá entretenidos. Un niño piensa en un objeto que está en la habitación, y dice cuál es su primera letra. El resto deberá decir palabras hasta averiguarlo. Ganará, el niño que la acierte y después, será él el que piense en un objeto.
Imagen: Visit Greenwich