En os últimos tiempos, oímos cada vez más hablar del bullying , llamado así al acoso, tanto físico como psicológico, que un niño sufre en el colegio. Lo habitual en estos casos, es que un alumno sea el objetivo de burlas, e incluso que se vaya más allá, con bromas que puedan hacerle daño. Los niños que sufren bullying , terminan siendo niños con daños psicológicos, depresivos, con poca autoestima, desconfiados…
Este tema, seguro que asusta a muchos padres. El hecho de pensar que su hijo pueda pasar por una situación así, pone los pelos de punta, por ello, hay que estar siempre pendiente de cómo actúa el niño, y actuar ante la menos duda. Pero, muchos padres se preguntarán cómo se puede detectar. Pues bien, algunos puntos a tener en cuenta son:
– El niño hace lo posible por no ir al colegio, e incluso, los mayores, podrían no llegar a asistir.
– Habitualmente se quejan de algún dolor, para evitar asistir (dolores abdominales, dolor de cabeza, se provocan el vómito, etc.)
– Tiene cambios de humor drásticos.
– El niño está aislado, no tiene amigos, y sus compañeros cuchichean cuando pasa cerca, o se ríen a su espalda.
– Aparece con heridas o golpes tras volver de la hora del recreo.
– Habitualmente tiene el material del colegio roto.
– Evitan hablar con los padres del colegio.
Algunos de los indicadores mencionados, tan solo se podrían ver dentro del recinto del colegio, por tanto, los profesores serán una parte importantísima para detectar el bullying. Por ello, ante la menor sospecha, los padres deberán hablar con ellos, para que puedan estar prevenidos, y puedan también observar de cerca al niño.
Imagen: Brad Flickinger