El otoño es una época de cambios climáticos, los días son mucho más cortos y las temperaturas son más bajas. El otoño es una época de posibles resfriados tanto en adultos como en niños que conviene prevenir en la medida de las posibilidades haciendo un buen uso de la moda.
Es decir, vistiendo de forma acorde a la ocasión para combatir el frío. El consejo de abrigar al bebé tan propio de las abuelas ha ido pasando de generación en generación pero existen momentos en los que los padres se pasan al abrigar tanto al niño que éste va incómodo y no tiene la movilidad suficiente.
Existe un criterio que puede servirte como referencia a la hora de saber cuánto se debe abrigar al bebé. Puedes ponerle una capa de ropa más de la que tú llevas. Conviene tener en cuenta que cuando el niño va en el carrito ya está protegido por mantas, por tanto, está más resguardado del aire.
Para saber si te has pasado a la hora de abrigar mucho al niño también es importante que observes si éste suda, ya que esta es la mejor señal para comprobar si te excediste en tus cuidados.C
Del mismo modo, es suficiente con que le toques la mano o la frente para comprobar si el niño está bien, pasa frío o tiene calor. El deseo de abrigar mucho al niño para protegerle del frío también muestra la tendencia de querer proteger al bebé de cualquier posible enfermedad, algo que es literalmente imposible ya que el niño puede sufrir un resfriado a pesar de estar abrigado.
Fuente – Ideal.es
Foto – Crece Bebé