1. En primer lugar, el humor aporta a los niños mucha salud física y mental. Cuerpo y mente forman parte de una misma realidad e interactúan de una forma constante. Por ello, el bienestar emocional aporta relajación física y armonía.
2. El humor también aporta confianza en la relación entre padres e hijos. La risa compartida también es un síntoma de buena comunicación.
3. El humor aporta pensamiento positivo en la infancia y esta es la mejor forma de crecer y de conocer el mundo.
4. La risa ayuda a superar los miedos que surgen en el proceso de crecimiento.
5. La risa genera emociones muy agradables como la ilusión, la satisfacción, el amor, la esperanza, las ganas de vivir… La risa alimenta los sueños y los deseos infantiles en una etapa de la vida en la que es muy sano que los niños crezcan con confianza en sí mismos y en los demás, al sentirte en un entorno de seguridad.
6. Los niños se sienten protegidos cuando están en un entorno en el que ríen con libertad porque la risa también es una expresión de ser libre.
7. Los niños que ríen mucho son ricos a nivel emocional porque han conseguido un tesoro.
Con la perspectiva del nuevo año, es un buen propósito el de reir más en familia y también en el trabajo.
Foto – Sonrío al espejo