Según el estudio llevado a cabo por el profesor Cooper, los deberes no debieran de ocupar a los niños más de 10 minutos por curso, por día (de lunes a jueves). O sea, que sería 10 minutos el primer curso de primaria, 20 minutos el segundo curso de primaria, y así hasta un máximo de dos horas diarias en secundaria.
De todos los datos extraídos de dichos estudios, se puede concluir que, si bien los niños de edades comprendidas entre los 5 y 12 años necesitan dormir una media de 10-12 horas nocturnas y los adolescentes unas 9 horas y media, en los Estados Unidos, según encuestas llevadas a cabo en 2004, algo más del 50% de alumnos de primero a quinto de primaria, tan sólo dormían entre 9-10 horas, y un 17% menos de 9 horas. En otra encuesta llevada a cabo en 2006 con adolescentes, se destacaba que un 80% no dormían las horas recomendadas, por lo que un 28% se quedaban dormidos en clase, y un 22% se dormían mientras hacían sus deberes.
También se desprenden de todos estos estudios que, en la actualidad, los niños son más sedentarios que en ninguna otra época, siendo los deberes un factor que favorece al sedentarismo. Desde el año 1981 en los Estados Unidos, la cantidad de tiempo que los niños dedican a practicar deporte ha disminuido en cifras de hasta un 58% en edades comprendidas entre los 6-8 años, un 19% en el grupo de entre 9-11 años, el 43% entre los 12-14 años y el 28% en adolescentes de 15-17 años.
Este sedentarismo, en parte ha influido en el número de niños con problemas de sobrepeso en los Estados Unidos, en donde se arrojan cifran desde el año 2000, en el que un 17,1% de niños de 2-19 años tienen sobrepeso, y en relación a estos datos, se ha detectado un aumento alarmante de niños con diabetes, alertando las autoridades de que desde el año 2000, uno de cada tres niños nacidos en esa fecha, serán diabéticos.
Imagen: Anthony Crider