A la hora de adquirir una sillita para el transporte del bebé en el automóvil, lo primordial, es que esté homologada. Es aconsejable probar la silla en el propio coche, para valorar in situ su comodidad y adaptación, además así veremos si el bebé se siente cómodo y acepta ir anclado a ella.
Si el modelo de tu vehículo admite el sistema ISOFIX, siempre será una mejor opción, mas cómoda y segura.
Existen distintos grupos de sistemas de transporte homologados para los pequeños, los cuales detallan de la siguiente manera:
– GRUPO 0 (bebés hasta los 12 meses).
Se trata de capazos o cucos homologados. Su uso es utilizable sólo en los asientos posteriores del coche. Debe situarse en posición horizontal y transversal a la marcha del vehículo. Deben tener como sistema de seguridad dos bandas de sujeción que agarran el cuerpo del bebé. Se pueden anclar, bien al sistema ISOFIX o a dos de los cinturones de seguridad.
– GRUPO 0+ (hasta 18 meses o los 13 kg de peso).
Son asientos únicamente para bebés (del tipo denominado “maxi-cosi”). Se pueden llevar tanto en asiento delantero como trasero, si es delante, recuerda, el airbag debe ir desactivado. Siempre irá en sentido contrario a la marcha. Se pueden anclar al sistema ISOFIX o al cinturón de seguridad del asiento en el que se coloca. Son de pequeño tamaño, ajustándose a la perfección al cuerpo del pequeño.
– GRUPO 0-1 o 1 (hasta los 4 años o los 18 kg de peso).
Tienen mayor tamaño y más peso que los anteriores, pudiéndose utilizar durante más tiempo. Se puede colocar en sentido contrario a la marcha o en sentido de la marcha (se recomienda que cuanto más tiempo posible, al menos hasta los cuatro años, el niño vaya en sentido contrario). Se sujetará mediante sistema ISOFIX o con el cinturón de seguridad.
Imagen: Nayu Kim