Hoy día, las redes sociales se han convertido en una forma de interacción constante a través de las que una persona puede compartir sus inquietudes personales. En este sentido, son muchas las mamás blogueras que comparten a través de sus blogs consejos sobre maternidad. Pero también existen otros medios como Instagram en los que existen mamás que publican fotos de sus niños. Courtney Adamo se llevó un buen disgusto cuando Instagram canceló su cuenta por haber publicado una foto de su hija de diecinueve meses en la que la niña aparecía subiéndose la camiseta y mirándose el hombligo.
Instagram retiró la foto porque “violó los lineamientos de la comunidad”. Courtney Adamo, la mamá protagonista de este suceso se llevó un buen disgusto por lo sucedido y utilizó su blog personal para mostrar su malestar de una forma libre. Esta mamá explicó que estaba triste porque el cierre de su cuenta en Instagram suponía la pérdida de cuatro años de publicación de fotos con momentos familiares inolvidables que evocan claros recuerdos en la mente de la protagonista por su alto valor emocional.
Instagram restableció la cuenta de la protagonista explicando los motivos de este error: “Es difícil encontrar un buen balance entre permitirles a las personas expresarse de forma creativa y tener políticas para proteger a los menores. Esta es una razón por la que nuestras normas ponen límites a la desnudez, pero reconocemos que no siempre acertamos. En este caso, cometimos un error y restauramos la cuenta”.
La costumbre tan frecuente de compartir fotos personales en las redes sociales muestra un giro tecnológico en la vida personal de las familias del siglo XXI que con frecuencia, convierten la felicidad es un escaparate de momentos compartidos en las redes sociales.
Foto – Notimérica