En este momento tu pequeño se muestra incómodo y no acepta fácilmente irse con personas que no son familiares para él (aquellas que forman parte de su día a día) mostrando su negativa mediante un llanto que puede variar desde leve hasta gran intensidad, malas caras e intentos de evasiva cuando otros quieren cogerle. Papás, estáis entonces ante un gran salto en el desarrollo social y afectivo de vuestro hijo: ha aparecido el miedo a los extraños.
Indicador de un correcto desarrollo
El miedo a los extraños también conocido como “angustia del octavo mes”, se caracteriza por un malestar intenso (reacciones de miedo, llanto, disgusto, etcétera) del bebé cuando aparecen en su entorno personas que no son familiares para él. Hasta entonces, el niño mostraba una preferencia por la figura humana (respecto a los objetos) de forma indiscriminada. Ahora, sin embargo, los niños muestran una clara preferencia por las personas que le cuidan y forman parte de su día a día (madre, padre, abuelos que ver asiduamente, cuidadores…).
A pesar de que a algunos padres puede angustiarles la negativa del bebé a permanecer al lado de otras personas, lo cierto es que el miedo a los extraños constituye uno de los más importantes marcadores del correcto desarrollo emocional e intelectual del pequeño. Además, es un buen indicador de que los mecanismos de apego y vínculos afectivos del pequeño se han establecido adecuadamente.
Menos problemas para los acostumbrados a la gente
El pequeño mostrará una marcada preferencia por su entorno familiar. Sin embargo, no todos los niños actúan de la misma manera. Los niños que están acostumbrados a rodearse de muchas personas mostrarán un rechazo a los extraños mucho más leve que el resto de los niños que, en ocasiones, podría hasta pasar como anecdótico.
Por el contrario, los niños que son siempre cuidados y acompañados por las mismas personas en cuyo entorno no existe cabida para la entrada y salida de personas nuevas, mostrarán una reacción de miedo mucho más intensa, llegando, en casos extremos, a presentar reacciones físicas agudas provocadas por el llanto como vómitos, etcétera.
Cómo actuar ante el miedo a los extraños
Foto | Kevin Celedón