Muchas veces nuestros peques se atragantan, bien por ingerir alimentos como los frutos secos y caramelos o porque se meten objetos extraños en la boca. Ante el susto, debemos intentar actuar con la mayor calma posible y seguir estos pasos para que nuestro bebé vuelva a respirar con total normalidad.
Si el atragantamiento o la obstrucción es parcial, el niño toserá con fuerza, lo que es positivo para ayudar a expulsar el objeto de forma natural. Pero, si la obstrucción es completa y el pequeño sigue consciente, pero no puede toser ni respirar, lo primero que debemos hacer es llamar al teléfono de emergencias 112. Sin embargo, el tiempo corre en nuestra contra, mientras llega ayuda debemos empezar a hacer las maniobras de desobstrucción.
Si el niño está consciente, según el Grupo Español de Reanimación Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal se debe actuar:
- En el caso de un lactante: colócalo boca abajo sobre tu antebrazo y dale cinco golpes con la palma de la otra mano en la espalda (en la zona de las paletillas). A continuación dale la vuelta y, colocado sobre tu muslo, hazle cinco compresiones en el tórax (entre lo boca del estómago y el pecho) con los dedos índice y medio, en dirección hacia la cabeza.
- Si el niño es mayor: colócate de pie detrás de él, rodéalo con tus brazos, pasándolos por debajo de sus axilas, y coloca las manos (los puños) sobre el abdomen, efectuando cinco compresiones fuertes hacia arriba y atrás.
Es conveniente hacer estas maniobras de forma enérgica (golpes rápidos y moderadamente fuertes) y continuar repitiéndolas para provocar que tosa y expulse el objeto.
Lo que nunca debemos hacer es meterle el dedo en su garganta a ciegas ni darle de beber ningún líquido, porque podemos provocarle una obstrucción mayor.
Foto | felizenbrazos
[…] Los frutos secos pueden generar numerosos accidentes, por lo que no hay que dárselos a los menores de cuatro años por el riesgo de ser introducidos en la nariz, en el conducto auditivo y, sobre todo, de ser aspirados, provocando en el momento un atragantamiento y, a la larga, con mucha frecuencia, complicaciones por la permanencia de restos en el árbol respiratorio. […]