Es importante saber que, aunque la tendencia es que este tipo de coloración en la piel, cloasma o melasma, afecte especialmente a las embarazadas, también pueden surgir en mujeres que estén tomando algún tipo de anticonceptivo oral, o algún medicamento que altere de alguna manera sus niveles hormonales.
En el caso de las embarazadas, esta “máscara” cutánea desaparece después de dar a luz, cuando las hormonas vuelven a la normalidad. En el caso de que el cloasma persista deberá consultarse al dermatólogo.
Diagnóstico
Determinar que una mujer tiene cloasma gestacinoal es sencillo, la apariencia del cutis y la ausencia de otros síntomas como dolores o hemorragias, lo revelará fácilmente. Sin embargo, realizar un examen diagnóstico para valorar si la mayor pigmentación que sufre la piel en estos momentos es superficial o más profunda es interesante: la lámpara de Wood es la mejor manera de saberlo.
Este simple examen consiste en enfocar con una luz ultravioleta la zona pigmentada de la mujer (en este caso el rostro) y observar si la piel presenta fluorescencias en algunas zonas (cloasma), o no. Esta prueba, además de ser de gran utilidad para diagnosticar si existe cloasma, no provoca ningún malestar, ni riesgo en la paciente, solamente ha de procurar no mirar directamente a la luz.
Cloasma o melasma: cambios en el color de la piel durante el embarazo
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