La Navidad es una época compleja para todos aquellos padres que tienen una familia a su cargo puesto que el reto por la conciliación laboral se potencia todavía más en esos momentos en los que los centros de guardería y colegios no tienen el mismo ritmo que las empresas. ¿Cuáles son los problemas frecuentes que atraviesan los padres en esta etapa? En primer lugar, se suma un estrés añadido fruto de las dificultades que surgen de poner en armonía trabajo y hogar.
Fruto del estrés, también se produce un cansancio extra ya que emociones desagradables de este tipo tienen su reflejo a nivel físico. El estrés puede influir incluso en la concentración laboral como consecuencia de las preocupaciones. El empleado siente una lucha interior al sentir que no puede poner en armonía ámbitos tan importantes como el trabajo y la familia.
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Recursos para conciliar trabajo y familia en Navidad
Existen páginas especialmente diseñadas para encontrar canguro para el cuidado de los niños. Éste es el caso de la página Canguro en Casa. Además, también puedes poner un anuncio en la sección de empleo del periódico de tu provincia concretando cuáles son los requisitos que debe de cumplir el candidato o la candidata ideal. La familia es una red de apoyo fundamental para poder conciliar trabajo y familia.
De hecho, hoy en día, los abuelos se han convertido en un pilar esencial para muchas parejas que concilian mejor trabajo y hogar gracias a su ayuda incondicional. En ese caso, durante las vacaciones de Navidad, también es posible pedir ayuda a los abuelos. Durante la Navidad, los centros de ocio infantil ofertan una amplia lista de actividades para los niños. En cuyo caso, puedes solicitar información sobre esta lista de actividades de ocio con el objetivo de ver cuál es la que mejor se adapta.
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Cómo fortalecer la comunicación durante la Navidad
De forma sorprendente, etapas en las que se convive de una forma más intensa en familia, también pueden ser un mayor foco de estrés. Es recomendable que en Navidad, cada uno pueda tener también su propio espacio para poder desconectar. Una buena organización de pareja puede ser útil para ello, por ejemplo, mientras uno cuida de los niños, el otro puede realizar otros planes. Además, es importante reforzar el ocio compartido como una buena oportunidad de compartir tiempos en común. En ese caso, programa una lista de actividades de ocio que te gustaría llevar a cabo con tu familia durante las próximas fiestas de Navidad.
Al haber niños pequeños en casa, es esencial darles prioridad en dichas actividades para que no se aburran. En las reuniones familiares propias de la Navidad es aconsejable que el padre o la madre se sienten en una esquina de la mesa para poder levantarse con frecuencia sin obstaculizar a los demás comensales. De este modo, es posible atender al bebé en todo momento. Existen personas que tienen dificultades para desconectar de los temas de trabajo durante su tiempo de vacaciones.
En ese caso, es esencial tomar conciencia de lo perjudicial que es no descansar en vacaciones. Apaga el teléfono móvil, al menos, durante las reuniones familiares y planes especiales para evitar las interrupciones. En ocasiones, las parejas que han tenido un bebé sienten que no tienen tiempo para quedar con sus amigos de siempre. Es una nueva etapa en la que hay que reforzar el proceso de adaptación al cambio. Contar con la amistad de personas que están en un momento vital semejante es de gran ayuda. En ese caso, es posible potenciar el contacto con otros padres de otros niños de la guardería del niño. Puedes tomar la iniciativa durante las vacaciones de Navidad de proponer algún plan familiar a otras personas que te gustaría conocer más. Los niños disfrutarán estando juntos, y los padres también.
Uno de los puntos positivos de vivir la Navidad junto a un niño es que el espíritu navideño se hace más visible. En ese caso, cuida los detalles. Por ejemplo, puedes poner algún tipo de adorno navideño en casa para crear ambiente. También puedes seleccionar una lista de villancicos que te gustaría que el niño escuche. Conviene dedicar la recta final de año a descansar a nivel emocional, es decir, en la medida de lo posible, puedes posponer retos personales importantes hasta la llegada del mes de enero para empezar un nuevo ciclo cargado de optimismo.
Prioriza las relaciones personales en Navidad teniendo en cuenta que durante el resto del año, puede que no veas con tanta frecuencia a algunos de tus familiares. En cada familia, también existen tradiciones propias. En cuyo caso, puedes compartir con tu hijo algunas de las actividades que tu padre compartía contigo cuando eras niño. Es una buena fórmula para reforzar los vínculos afectivos.
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Cómo planificar los preparativos de la Navidad
En primer lugar, es muy importante no dejar las compras navideñas para el último momento porque las prisas causan impaciencia pero los precios también suben en esas fechas. Elabora una lista de la compra de los productos de Navidad que necesitarás dentro de poco más de un mes. Y comienza a comparar precios en los supermercados y a adquirir esos productos. Además, también puedes valorar la posibilidad de hacer tus compras online, lo que te aporta tiempo extra al no tener que desplazarte. Las compras online también refuerzan la conciliación laboral.
Conviene concretar cuánto antes cuál será el plan familiar de las vacaciones de Navidad en fechas señaladas como Nochebuena y Nochevieja, es decir, dónde será la reunión. Existen algunas tradiciones que conviene no perder. Por ejemplo, puedes personalizar tu felicitación navideña utilizando como medio de buenos deseos una foto familiar. Puede que el niño todavía sea pequeño para darse cuenta de estos detalles, pero conforme crezca, irá interiorizando el valor de las relaciones familiares.
Durante la Navidad y siempre, conviene aprender a relativizar: no importa que la casa no esté perfectamente ordenada. No seas un esclavo del orden y recuerda que la casa es un lugar para vivir y disfrutar. Aunque el ritmo de los adultos cambie durante las fiestas de Navidad conviene puntualizar que el bebé debe de continuar con sus horarios habituales. Por lo que son los adultos los que deben adaptarse a los ritmos del niño en muchos momentos.
Conviene realizar un presupuesto de gasto para prevenir la posterior cuesta de enero. Es decir, el ahorro también es una buena medida durante la Navidad. De acuerdo a ese presupuesto, establece un orden de gastos prioritarios y secundarios.
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