Los niños superdotados son aquellos que tienen una capacidad intelectual superior a la franja media considerada como normal, es decir, por encima de 120 en el test de coeficiente intelectual, lo que supone alrededor de un cinco por ciento de los niños.
Estos niños suelen vivir una situación de desfase entre su capacidad intelectual y esas otras capacidades emocionales que nos ayudan a adaptarnos al medio en el que nos movemos, por lo que no es raro que presenten dificultades de adaptación escolar, dándose incluso la paradoja, en ocasiones, de que fracasen en los aprendizajes.
Suelen ser incómodos para los profesores y hemos de reconocer y lamentar la enorme carencia de medios y de mentalización en nuestro sistema actual pedagógico para poder llevar a cabo un abordaje académico, no discriminatorio, pero sí personalizado que permitiera el máximo desarrollo de su potencial.
Es probable que la mejor actitud por parte de los padres sea comentarlo con los educadores y el pediatra cuanto antes, ya que las características diferenciales y necesidades específicas de estos niños así podrán ser atendidas en beneficio de su desarrollo con una adecuada orientación, dirigida tanto a él como a padres y profesores, y así prevenir posibles desajustes respecto al medio que le rodea.
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