Los hábitos de los niños españoles han ido cambiando tanto que incluso existe un abismo generacional entre padres e hijos. Mientras que los padres se divertían jugando con otros niños en la calle en el pueblo, por el contrario, el ocio del siglo XXI se ha ido individualizando hasta el punto de que los niños prefieren pasar el fin de semana viendo la televisión o jugando al videojuego.
Los niños españoles pasan 6 horas el fin de semana viendo la televisión y jugando al videojuego. Por el contrario, solo pasan 4 horas jugando. Lo cierto es que la tele y el videojuego también es una forma de ocio y de entretenimiento que también es constructiva siempre que es educativa. Es decir, los padres deben supervisar los contenidos que ven sus hijos.
Algunos padres convierten las tecnologías en una forma de evasión para no ejercer su verdadera responsabilidad. Es verdad que los padres llegan a casa cansados del trabajo pero eso no justifica dejar que el niño vea lo que quiera en la tele solo para que no moleste. Además, este ocio individualizado que propicia el sedentarismo también está potenciando el sobrepeso como un problema real en los niños españoles.
El fin de semana es el momento de hacer planes al aire libre, hacer excursiones, salir a pasear para respirar aire puro, viajar al pueblo para visitar a los abuelos. Y son los padres quienes tienen que promover este tipo de actividades para animar a los niños a romper esa rutina de televisión y videojuegos en fin de semana.
Imagen: ABC
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