Pese a lo terrible que suena el nombre que se le ha dado a este episodio de la piel, las llamadas manchas mongólicas (melanocitosis dérmica congénita) nada tienen que ver, ni tan siquiera de cerca, con el síndrome de Down. De hecho, que un bebé al nacer tenga estas manchas, no debería preocupar en ningún momento a los padres, ya que es cuestión de tiempo que terminen despareciendo poco a poco durante los primeros años de vida (la mayoría desaparecerá sobre los dos años, aunque hay casos que podría tardar incluso 10 para que la mancha desaparezca en su totalidad).
Las manchas mongólicas se suelen dar principalmente en aquellos niños que son morenos y que tienen la piel más oscura (sobre todo en bebés de raza asiática, negra, o mestizos), y son, ni más ni menos, que zonas hiperpigmentadas (por acumulación de las células melanocíticas en la zona más interna de la piel del recién nacido) que se muestran en color negro azulado, verdoso, o gris, y que suelen presentarse con formas irregulares. ¿En qué partes del cuerpo podemos encontrar estas manchas?, pues normalmente en las nalgas y en la zona baja de la espalda (raramente en otras partes, pero se puede dar el caso), pudiendo ser una única mancha en una zona concreta, o varias de estas manchas repartidas por diferentes partes del cuerpo (manchas múltiples). El tamaño de la zona que cubrirán, dependerá de un niño a otro, de manera que podrán ser más o menos grandes.
Como ya decíamos anteriormente, las manchas mongólicas no precisan de ningún tratamiento, puesto que es algo totalmente benigno que no supondrá ningún tipo de riesgo para el bebé. De manera, que si tu hijo ha nacido con esta alteración, ya puedes relajarte y hacer como si en realidad la mancha en la piel no estuviera.