Por mucho que hayas soñado con este momento, ahora casi ni te lo crees. ¿De verdad es cierto que vas a tener un hijo? Sí, tienes nueve meses para hacerte a la idea, nueve meses en los que se pone en marcha el proceso más sorprendente de la naturaleza.
Es normal que te asalten dudas por el futuro, pero no te preocupes, millones y millones de personas a lo largo de la historia han pasado por lo que estás pasando tú. Bienvenida al club de las madres.
El cuerpo se transforma. Al principio no se aprecia nada desde fuera, pero el cuerpo de la mujer se empieza a transformar desde el momento de la concepción. ¿Cómo distinguir los síntomas?
Un pequeño ser está desarrollándose en nuestro interior. Aún no lo sabemos, pero desde el mismo momento de la concepción nuestro organismo comienza a experimentar complejos procesos hormonales que durante las primeras semanas no son apreciables a simple vista.
Sin embargo, ahí están y en muy poco tiempo van a hacer que la futura mamá empiece a sospechar, incluso a veces antes de que le falte la regla o de que se haga el test de embarazo, que algo nuevo y maravilloso le va a suceder. Estos son los primeros cambios que experimentan en mayor o menor medida las embarazadas.
A partir de la quinta o sexta semana de gestación (tres o cuatro desde el inicio de la última regla) algunas mujeres pueden comenzar a sentir ligeras molestias. Las que ya han tenido hijos aprecian antes los trastornos, pero hay algunos síntomas inequívocos que no pasan desapercibidos para ninguna futura madre, aunque las primerizas pueden atribuirlo a otras causas.
Los más comunes son el cansancio, tener mucho sueño y estar más sensible emocionalmente. Ahora bien, también notarán un aumento de pecho, náuseas, cansancio y somnolencia según vayan pasando las semanas.