El miedo es una respuesta natural ante situaciones que están vinculadas con lo desconocido. Esta es una de las razones por las que el miedo al parto es más frecuente en madres primerizas. Sin embargo, el miedo también puede producirse como consecuencia de una experiencia traumática, en cuyo caso, aquellas personas que han tenido un parto dificil, tienen más posibilidades de sufrir temor ante la duda de que esa experiencia pueda volver a repetirse. El miedo al parto está más vinculado con la interpretación que la mujer hace de ese momento que con el hecho en sí mismo.
El miedo irracional al parto, es decir, el miedo que no está causado por una razón objetiva, tiene que ver más con la cadena de acontecimientos imaginarios que la persona ve en su futuro. Los miedos principales son: la incertidumbre ante lo desconocido, o bien la angustia ante la idea de que se pueda desarrollar una complicación durante el momento de dar a luz. Es un sentimiento que puede darse en distintos grados, cuando el temor se hace intenso hasta el punto de obsesionar a la futura mamá durante grandes etapas del embarazo, entonces, los expertos denominan a este miedo tocofobia.
El sentimiento de miedo aumenta en la medida en que se acerca la fecha del parto. Uno de los temores frecuentes en una madre primeriza es no saber reconocer las señales de la proximidad del parto cuando llegue el momento. Por el contrario, el miedo es muy poco frecuente en aquellas madres que ya han tenido un bebé y guardan un buen recuerdo de su primer parto. Una de las principales causas de bloqueo emocional es el miedo a sufrir mucho dolor en ese momento. En relación con este punto, es muy importante puntualizar que el miedo aumenta la tensión física, por lo que también incrementa el grado de dolor corporal.
El miedo al parto es un sentimiento muy general que de una forma más concreta puede estar vinculado con las siguientes causas: temor de no llegar a tiempo al hospital o de estar sola en esos momentos; sufrir una falsa alarma y vivir el proceso como si se tratase del momento definitivo; miedo a no saber empujar correctamente durante el momento del parto; temor a que el bebé sufra o el niño nazca con algún problema de salud.
Generalmente, cuando una mujer sufre miedo al parto de una forma intensa, experimenta esta tensión porque siente varios de los síntomas descritos anteriormente. Sin embargo, para que cada persona pueda identificar cuál es su propio miedo (es el primer paso para poder afrontarlo), es recomendable ponerlo por escrito.
Foto de Raúl Hernández González en Flickr
Cómo vencer el miedo al parto
Conviene puntualizar que es normal tener una cierta inquietud ante el parto, por lo que no se trata de reducir este miedo a cero sino de aprender a controlarlo. Un primer paso importante es cómo gestiona una mujer su propio sentimiento. En lugar de hacerte la pregunta “¿por qué siento este miedo?“, es mejor plantearse “¿qué puedo hacer con este temor?“.
Además, el miedo también se vuelve más manejable cuando se exterioriza. En ese caso, puedes pintar sobre un papel tu propio miedo, darle forma y color. Es una buena terapia para canalizar la energía negativa.
Otro punto muy importante es aprender a cuidar de una misma. Es frecuente que cuando una mujer está embarazada, otras personas que han sido madres compartan con la persona su propia experiencia. Es aconsejable no escuchar una situación difícil, en cuyo caso, es posible cambiar el tema de conversación de forma amable diciendo: “Agradezco tu atención pero prefiero que no me cuentes una experiencia que puede condicionarme”. Los miedos también pueden tener su causa en la asociación que una persona hace de las vivencias de otra y establece una proyección consigo misma. En ese caso, es fundamental que siempre te centres en las experiencias de otras personas que te reportan una vivencia del parto positiva.
Los cursos de preparación al parto tienen un gran valor para superar el miedo con información. La mejor forma de afrontar el temor es el conocimiento práctico de técnicas para tener un mejor control de la situación. Por ejemplo, la técnica del control de la respiración. Además, también es fundamental reforzar la confianza con el médico y consultar cualquier duda con el ginecólogo o la matrona. Son profesionales que tienen mucha experiencia y podrán asesorarte. En caso de buscar información sobre el embarazo en internet, consulta fuentes de calidad.
Foto de Andrés Nieto Porras en Flickr
En el caso de que el miedo al parto esté alterando al extremo el ritmo de vida normal de la mujer embarazada es muy saludable consultar el caso con el médico que podrá derivar a la paciente al especialista más adecuado para tratarle.
Puedes practicar yoga durante el embarazo para potenciar el equilibrio que surge de la conexión cuerpo y mente. El yoga propicia la introspección y el control de las emociones.
Contar con el apoyo de la pareja durante el embarazo es muy importante para superar el miedo juntos como un equipo. En ese caso, en lugar de silenciar las inseguridades, es bueno exteriorizarlas porque se relativizan al ponerlas en común. Elabora un plan de parto con una planificación de la recta final de tu embarazo y qué pasos dar cuando llegue el momento.
Confía en ti misma y en tu propio cuerpo puesto que el parto es un proceso totalmente natural y como tal podrás afrontarlo igual que hacen tantas mujeres cada día en el mundo. Para limitar el miedo, también puedes realizar técnicas de visualización positiva en las que te centres en momentos felices con tu bebé. Momentos que vivirás en el futuro y que pueden ser la mejor forma de motivación para superar el miedo vinculado a esa vivencia.
Vía | Web Consultas
Foto | Raúl Hernández González en Flickr