Los padres ponen mucha ilusión y creatividad en elegir en la tienda de muebles todos los elementos de la habitación del peque. Sin embargo, no conviene descuidar otros detalles igual de importantes, como por ejemplo, las cortinas que se eligen para la ventana. En ese caso, nada como elegir un diseño en color blanco que tenga bordados con motivos infantiles.
Pero además, también debes cuidar del color de las paredes porque la cromoterapia ambiental ha mostrado que existe una influencia directa entre los colores y el estado de ánimo. En este sentido, los colores claros favorecen la paz y tranquilidad. Algo esencial teniendo en cuenta que así el niño dormirá mejor.
Pero el techo es igual de importante o más que las paredes para el bebé. Y es que, desde su óptica y su perspectiva, el niño ve al despertar el techo de su habitación y es el último elemento que tiene antes de cerrar los ojos para dormir. Y es que, los niños se acuestan en su cuna boca arriba. Por tanto, anímate a crear un techo diferente en la habitación de tu bebé. No te importe que cuando el niño crezca y tenga once años quiera cambiarlo. Pero de momento, disfruta el presente.
Puedes animarte a crear un mural en el techo con algún paisaje de Disney. Por ejemplo, Bella y Bestia, La Sirenita, El Rey León o Cenicienta. En ese caso, para dar protagonismo al techo es mejor que simplifiques al máximo la decoración de las paredes, es decir, evita recargar el ambiente y no coloques cuadros. Porque cuando lleves a alguna visita a casa y quieras enseñarle la habitación del bebé, el mejor cuadro estará en el techo. ¿Qué te parece la idea?
Imagen: Sobrebebés