Los niños superdotados son aquellos que tienen un nivel intelectual muy alto, aunque la definición exacta para el término superdotación es algo en lo que no se ponen de acuerdo y es tema de discusión. Por tanto, dependiendo de unos u otros, se podrán encontrar diferentes versiones para explicar esto. La OMS, da una explicación clara, los superdotados son aquellos que tienen un coeficiente intelectual mayor de 130.
Habitualmente no resulta sencillo darse cuenta de que un niño es superdotado, ya que muchos de ellos a primera vista parecen demostrar lo contrario, siendo niños problemáticos y con un bajo rendimiento en el colegio, lo cual provoca que lleguen al fracaso escolar. Y es que, si en algo coinciden estos niños es en que por regla general se aburren en las clases, y por tanto tienden a caer en la desgana.
Este grupo de niños, suelen ser (no tienen que cumplir todas las características) ingeniosos, creativos, originales, persistentes, sensibles, curiosos (especialmente para realizar aquellas cosas que les supongan un reto), tienen un lenguaje avanzado, empiezan a hablar antes de lo que se considera normal, muestran signos de liderazgo, son capaces de buscar nuevas soluciones cuando están ante un problema, tienen un extraordinario sentido moral y de la justicia, etcétera.
La inteligencia es una característica genética, se considera que el 50% es genético, y el otro 50% se consigue durante el crecimiento, en el que influirá la educación y los demás factores del medio que rodea a los niños. De manera que, para que un niño superdotado se desarrolle bien y consiga sacar partido a su potencial, deberá crecer en un entorno adecuado en el que se le facilite todo lo que necesita para ello. Por tanto, es importante descubrir a tiempo la superdotación para poder así tomar las medidas adecuadas.