Como ya hemos dicho en más de una ocasión, cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, y de nada sirve comparar unos con otros. Por regla general, sobre esta edad, los pequeños ya cuentan con un vocabulario más amplio y serán capaces de unir palabras y hacer frases sencillas.
Es un buen momento para enseñar nuevas cosas al niño, como por ejemplo quitarse la ropa antes de irse a bañar y echar la ropa al cesto de la ropa sucia. Como es lógico esto no es fácil para ellos, que están acostumbrados a que la ropa aparezca y desaparezca de su cuerpo como por arte de magia, pero con un poco de paciencia y ayuda terminarán por hacerlo ellos solitos.
En lo referente a la educación, también es hora de que aprendan a pedir las cosas por favor y a dar las gracias cuando consiguen lo que había pedido. Será cuestión de tiempo que esto lo terminen haciendo de forma rutinaria sin necesidad de que los padres se lo tengan que recordar constantemente.
La hora de la comida, para muchos niños, comienza a convertirse en un tema de debate, y se empeñarán en comer tan solo aquellas cosas que le gusten. Es importante educar su paladar desde pequeños, si se acostumbran a todo tipo de sabores, es más fácil que cuando son un poco más mayores coman de todo.
Las horas de sueño han comenzado a bajar, y cada vez dormirán menos, reduciéndose los momentos de sueño a las horas de la noche y a una siesta después de comer.