El proceso de empezar a hablar en el bebé es uno de los más bonitos y positivos. Fruto de su desarrollo y de su crecimiento. No hay que preocuparse porque un niño tarde más tiempo en hablar. La mayoría lo hará sin problemas tarde o temprano. Sí conviene consultar con un especialista, en concreto, con un logopeda en caso de que a partir de los cinco o de los seis años el peque muestre alguna dificultad. Por ejemplo, puede suceder que tenga dificultades para pronunciar algunas letras como la “r”. En ese caso, es positivo determinar la causa para poder hallar un remedio.
Por otra parte, la logopedia es una disciplina que también es muy útil en otros casos. Por ejemplo, es eficaz a la hora de tratar la afonía en los niños. Pero también, es eficaz para superar algunas de las dificultades que el niño puede mostrar en la escritura o en la lectura. Merece la pena aprender a buscar ayuda en los momentos adecuados en base al perfecto desarrollo del niño.
Pero también, los padres pueden ayudarle a hablar mejor a través de juegos sencillos en casa. Es decir, se trata de actividades que no resulten pesadas y repetitivas para el niño, ya que en ese caso, se aburrirá. El objetivo es despertar la motivación. Por ejemplo, ejercicios tan sencillos como deletrear palabras puede ser una opción saludable.
hablarle mucho ya que aunque el bebé no sea consciente de las palabras, sin embargo, sí que capta el cariño de los demás.
Imagen: Visita Casas