Es verdad que el niño debe de tener su autonomía, es decir, debe desarrollar su capacidad de hacer frente al temor de la oscuridad. Los miedos crecen, especialmente, cuando el niño ya tiene tres o cuatro años. Pero a veces, el enfado que surge a la hora de ir a dormir procede, simplemente, de que llega el momento de poner fin a los juegos y separarse de papá y mamá.
¿Cuáles son los puntos positivos de dormir con el bebé? Lo cierto es que algunos expertos también hablan sobre los beneficios que produce el colecho no sólo en el peque sino también, en los padres. En primer lugar, se fortalecen los vínculos afectivos. Compartir tiempo en común de una forma cercana es fundamental. Pero además, existen hábitos que potencian el sentimiento por encima del pensamiento. Es fundamental aprender a sentir, porque el bebé también capta las emociones desde una edad temprana.
Aquellos que no quieres dormir con el bebé, sin embargo, puedes compartir una siesta en común. Para ello, hay que tomar precauciones a la hora de no optar por un colchón que sea muy blando. El bebé podría hundirse. Por otro lado, el niño siempre debe estar tumbado hacia arriba.
La realidad es que el colecho es muy aconsejable, sin embargo, de forma contradictoria en los libros sobre crianza natural no se recomienda esta práctica. Aquellos niños que duermen cerca de su madre lloran mucho menos y duermen mejor. Por otra parte, el hecho de dormir con el bebé también fomenta la comodidad de no tener que levantarte a mitad de la noche para darle de mamar. Le tienes muy cerca.
Sin duda, puede que algunos padres no quieran dormir con el bebé porque quieren tener un espacio propio para ellos.
Imagen: Dormir sin llorar
Crianza Natural