Sin duda, hacer deporte es un fundamental en la infancia. Por suerte, los niños tienen la asignatura de gimnasia en el colegio a la que los padres, a veces, corren el peligro de quitar importancia. A través de la gimnasia se mejora el estado físico, el niño toma conciencia de su propia imagen, mejora la coordinación de los movimientos, la elasticidad… Pero es posible motivar a los niños a hacer deporte a través de otras actividades. Por ejemplo, con motivo de la nieve que ha hecho acto de presencia durante estos días, es posible ir introduciendo a los niños en un deporte que, en general, se realiza en familia: el esquí.
Por otra parte, también conviene dejar de lado las diferencias sexistas que han sido habituales durante muchos años. Es decir, quita de tu mente ideas equivocadas a la hora de creer que el fútbol es sólo una opción para los chicos. La realidad es que hay chicas a las que les encanta este deporte.
Apuntarle a una actividad extraescolar también es una idea excelente para que los peques empiecen poco a poco a hacer ejercicio físico. Por ejemplo, patinaje, tenis, baloncesto… Merece la pena probar y dar la oportunidad al niño para que descubra qué le gusta. Es decir, en caso de que el niño no se sienta identificado con un deporte, entonces, puede cambiar de opción.
El deporte favorece el contacto con la naturaleza y produce emociones agradables como la ilusión y la alegría. Se debe incultar el valor del deporte a los niños a través del propio ejemplo. Por ello, merece la pena evitar el sedentarismo de ver en exceso la televisión.
Imagen: Ranking Famosos