Seguro que si eres mamá o estás en ese proceso, la frase “ay, qué asco”, te resultará muy familiar, porque si no es así… ¡enhorabuena! De todos modos, si eres una de esas futuras mamás a las que las náuseas despiertan cada mañana o que se siente acompañadas por el vómito a lo largo de toda la jornada, no desesperes. En realidad perteneces a un club enorme de mujeres, cuya mayoría verá desaparecer estos síntomas entre el tercer y quinto mes de embarazo.
No obstante, la pesadilla del “asco” continuará para otra parte de nosotras y algunas no nos libraremos de las náuseas hasta que el parto nos libere, después de nueve meses de molestias de mayor o menor intensidad, pero realmente desesperantes para la mayoría.
Son uno más de esos síntomas, llamémosle “poco deseables”, que lideran el ranking de tópicos reales que afectan a la embarazada. La causa que los produce no está muy clara, si bien en los últimos años ha ganado terreno el hecho de que pueda deberse al aumento de ciertas hormonas que, por otro lado, son el indicativo de que la gestación transcurre por su camino normal.
De todos modos, en el caso de que no padezcamos esta incómoda sensación de asco, no significa que algo vaya mal o que estemos en riesgo nosotras o el feto. De hecho, aproximadamente el 25% de las embarazadas no sufren náuseas y todo termina felizmente.
Pero para el 75% de mujeres que no se van a librar de las molestias, la buena noticia es que con algunas medidas lograremos mitigarlas en la mayoría de los casos y una de nuestras mayores aliadas será la dieta.
En este sentido, alimenta tu cuerpo sabiamente. Con ello queremos decir que oír lo que te está diciendo suele ser una buena guía. Procura alimentarte con lo que el estómago se te asienta y evita los olores intensos o las comidas pesadas, grasas o muy aderezadas.
Si aún así las cosas no marchan, se ha demostrado científicamente que el jenjibre, ingerido en polvo o cápsula, es un fantástico remedio contra las molestas arcadas. Por cierto que los cítricos también han demostrado su eficacia en millones de mujeres.
Y mucho ojo con la deshidratación. Seguro que si atraes zumos y sopas frías a tu dieta te sentirás mucho más aliviada y además combatirás la pérdida de líquidos.
Ánimo, todo pasará.