¿Qué es el niño ‘pasota’? A diferencia de los niños ‘payaso’, los niños con comportamientos pasotas pueden ser bastante más difíciles de detectar, ya que, a veces, presentan rasgos leves de su comportamiento y actitud en general, difíciles de distinguir de una personalidad algo pasiva.
En los casos más extremos sí que son evidentes, ya que son niños que no sólo no llevan a cabo las indicaciones y órdenes que se les dan, sino que, en general, tienen pocas motivaciones para llevarlas a cabo. Las tareas propias de su edad como jugar, hacer los deberes o integrarse en un grupo de deportes o de trabajo escolar, no les atraen.
¿Por qué se comporta así? En ocasiones, lo que sucede es que el niño tiene una personalidad más pasiva que sus compañeros, por lo que realmente no hay ningún problema que justifique el cuadro. Sin embargo, cuando la atitud pasota s bastante llamativa, suele haber algún motivo que lo está originando.
Algunas de las causas que lo genera residen en la falta de atención por parte de los padres, o cuando la educación es poco congruente entre ambos progenitores. Sin embargo, otras veces estas conductas ocurren cuando el niño tiene un exceso de permisividad, y consigue fácilmente las cosas que anhela. Esta actitud puede llevar a que el pequeño no encuentre ningún estímulo en las tareas cotidianas, ya que con facilidad “se sale con la suya”.
¿Cómo solucionar el problema? La participación del pediatra es esencial para lograr establecer si el comportamiento del niño se debe a su personalidad o bien a factores externos. En cualquier caso, es fundamental la ayuda de la familia. Una vez orientado el posible origen, es frecuente revertir el cuadro con una serie de recomendaciones orientadas a prestar al niño la atención adecuada.
Algunos casos, los menos, pueden requerir apoyo psicológico e incluso tratamientos con fármacos. En los casos más llamativos a veces hay que implicar en el tratamiento incluso a los profesores.
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