Otra de las opciones que se encuentran en las tiendas para los bebés son los correpasillos o andadores. Estos artículos que constan de un asiento, asa para agarrarse, y ruedas en su base, se pueden utilizar de dos formas: por un lado el niño puede sentarse y desplazarse (cogiendo impulso arrastrando los pies en el suelo) y por otro pueden agarrarse al asa y empujarlo, lo que les ayuda a mantener el equilibrio, a plantar bien los pies en el suelo, y como consecuencia de todo ello… a aprender a andar. Aunque no todos estos cumplen la doble función, habrá algunos que sí lo hagan, y otros que tan solo sirvan para ir montados, y otros solo para ser empujados.
En el mercado se pueden encontrar ciento de modelos diferentes, habitualmente son muy llamativos por sus diferentes formas, y además algunos incluyen cantidad de botones con ruidos, melodías, y luces, de manera que a primera vista parece una opción perfecta para mantener entretenido al bebé al mismo tiempo que les sirve para fortalecer los músculos.
Se recomienda no ofrecer al niño un correpasillos antes de que haya aprendido a gatear, ya que el gateo es una fase importante para ellos, y si pasan directamente a andar lo más probable es que se la salten. Lo ideal será utilizarlo cuando el pequeño comienza a ponerse en pie y a agarrarse a los muebles para desplazarse. Estos andadores, les servirán para ir agarrados mientras caminan y coger seguridad en sí mismos al hacerlo, la idea es similar a cuando empujamos un carrito de la compra.
No hay una edad específica para utilizar estos artículos, pese a lo que nos puede poner en las normas del producto, , sino que será el propio niño el que dicte cuando es el momento apropiado, que será, como ya decíamos anteriormente, cuando el pequeño comience a mantenerse de pie y a desplazarse erguido agarrándose a la mano de los padres o a los muebles de la casa.
Foto obtenida de: www..comparestoreprices.co.uk.