La Salmonelosis es una infección de tipo gastrointestinal que se origina a casa de la bacteria conocida como Salmonella que llega a contaminar el agua o los alimentos. La Salmonelosis constituye una de las causas más frecuentes de gastroenteritis, y por regla general se suele dar en un porcentaje bastante más alto durante el verano, en los meses de calor.
Nadie está libre de esta infección, sin embargo los bebés y los niños pequeños son más propensos a contraer la enfermedad, que suele durar entre 4 y 7 días aproximadamente. Dependiendo del tipo, los síntomas serán mayores o menores, uno de los tipos más complicados es el que ocasiona la fiebre tifoirea, que puede llegar a ser bastante peligrosa.
Los síntomas que el niño mostrará si el tipo de salmonelosis es gastrointestinal serán vómitos, diarreas, fiebre alta, y dolor de cabeza. Si se da el caso en un niño, una de las cosas a tener muy en cuenta será que habrá que ofrecerle agua constantemente para evitar así la deshidratación.
Lo mejor, siempre que se pueda, es prevenir, y estos casos para hacerlo hay que tener en cuenta que:
– Hay que lavarse las manos a menudo, sobre todo cuando se va a cocinar.
– Lavar bien todas las frutas y las verduras.
– Cocer bien los alimentos de origen animal, y lavar a conciencia todo aquello que haya estado en contacto con ellos, ya sea el cuchillo con el que hemos cortado la carne (antes de hacerla), o cualquier otro utensilio.
– Se debe prestar mucha atención a los productos derivados de la leche en verano, y no guardarlos cuando los envases ya se han abierto.
– No dejar en verano los alimentos fuera de la nevera, sino que hay que sacarlos del frigorífico justo en el momento en el que se van a preparar o servir.
Foto obtenida de: clubdarwin.net