Las ventajas de que el niño monte en bicicleta son muchas, como decíamos anteriormente, le servirá para el desarrollo motriz, así como para mejorar su equilibrio y destreza. Pero además el ciclismo le aportará otras muchas cosas como por ejemplo:
– Realizan ejercicio, algo muy recomendado para combatir el sedentarismo, así como para evitar que se excedan en el tiempo que pasan delante de la televisión, el ordenador o la consola. Ni que decir tiene, que es una excelente manera de controlar también la obesidad infantil.
– Es una buena forma de que el niño se sociabilice. Salir a la calle une a los niños, y por tanto, además de hacer nuevos amigos se divertirán. Esto desembocará probablemente en competiciones entre ellos, lo que les servirá para aprender tanto a ganar como a perder, así como a ser constantes y esforzarse para conseguir los objetivos. Si el niño de entrada no controla bien la bicicleta y se da cuenta que no es capaz de seguir el ritmo del resto, lo más probable es que quiera practicar para igualarlos… aunque también hay niños que querrán dejarlo por no conseguirlo a la primera (en estos casos los padres desempeñarán un papel fundamental, y deberán animarlos a seguir intentándolo).
– Un niño sobre una bicicleta verá aumentada su autoestima y sentirá una mayor independencia.
– Practicar cualquier deporte, en este caso el ciclismo, reducirá el estrés y la ansiedad, por lo que es muy recomendado para niños con bajo estado de ánimo o para los que sufren depresión infantil.
Con todo esto, no cabe ninguna duda de que la bicicleta, siempre que sea posible, no debe faltar entre los juguetes del niño. Y, en los casos de aquellos que no muestren especial interés por ella, no estará de más que los padres les hagan ver todas las ventajas que la bici tiene.
Foto obtenida de: fortworthmama.com.
[…] vez el niño tenga la bici adecuada, las protecciones recomendadas, y esté convencido de que quiere aprender a montar en ella […]