El vómito es un síntoma común en la infancia. Es un proceso reflejo que consiste en la expulsión violenta del contenido gástrico por la boca, el cual puede estar o no parcialmente digerido. Es un hecho que puede estar relacionado con varias enfermedades de la infancia y con frecuencia es el síntoma principal, pero también puede formar parte de un contexto más amplio.
Sin embargo, es normal que, durante las primeras semanas de vida, los vómitos no se deban a ninguna patología y estén relacionados simplemente con la inmadurez intestinal y el sistema nervioso del bebé (escasa capacidad gástrica, inmadurez de la barrera antirreflujo, etc.), con frecuentes errores dietéticos, con la alimentación líquida, con una postura horizontal al comer o con la aerofagia fisiológica.
Por tanto, si nuestro bebé vomita mucho, deberemos acudir al pediatra, que establecerá un diagnóstico adecuado.
Las causas del vómito son variadas y dependen de la edad en que se presenten, lo que es una pinta esencial a la hora de plantear un diagnóstico.
Por ejemplo, en el periodo neonatal, si el niño vomita muy frecuentemente se ha de descartar que sea debido a lesiones obstructivas del tubo intestinal (suele suceder cuando el vómito está teñido de bilis), o a anomalías congénitas, genéticas y metabólicas. Después de la primera semana de vida, las malformaciones obstructivas son menos frecuentes, así que si el niño vomita en esta periodo, es menos frecuente que sea debido a esta causa.
En los niños que presentan vómitos después del primer mes se deben descartar que padezcan infecciones o desórdenes metabólicos como la intolerancia o las proteínas de la leche de vaca, que es más prominente a medida que aumenta la edad.
En el caso de los niños más mayores, hay que tener en cuenta algunas causas importantes de los vómitos como la apendicitis y otras urgencias quirúrgicas como la gastrointeritis, las intoxicaciones… Asimismo, los vómitos persistentes o recurrentes ocurren en niños que tengan la presión intracraneal aumentada, migrañas, úlcera péptica y hernia hiatal.
Imagen: nuevasmamas
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