¡Atención, varices!
Se deben a la mala circulación sanguínea, que en el embarazo se resiente por el aumento de la presión ejercida en el útero. Si no las has tenido nunca y comienzan a aparecer durante el embarazo, la mejoría será más sencilla: a los tres o cuatro meses posteriores al parto verás cómo se reducen, e incluso desaparecen.
Son un problema principalmente estético, pero también pueden causar molestias como cansancio o pesadez de piernas, e incluso dolor y calambres.
Además de hacer ejercicio y mantener las piernas en alto para favorecer la circulación, puedes tratarlas mediante cremas específicas. También puedes usar medias de compresión graduada para embarazadas, que favorecen el retorno venoso desde el tobillo hasta las ingles; y es conveniente que te pongas calzado cómodo.
Piel con celulitis
Es un problema estético también muy habitual durante el embarazo. Las causas principales son la retención de líquidos y la acumulación de grasa. Para prevenirla o mejorarla es bueno dar masajes habitualmente, de abajo a arriba; practicar algo de ejercicio (como mínimo hay que caminar durante unos 30 minutos al día); seguir una dieta sana y equilibrada, pobre en sal; beber al menos 1,5 litros de agua al día y evitar el uso de prendas ajustadas.
Sin embargo, debes tener en cuenta que, por algunos de sus principios activos, no son aconsejables las cremas anticelulíticas.
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