La higiene dental

¿Cuándo comienzo a limpiar los dientes de mi hijo? Esa es la pregunta que suelen realizarse muchísimos papás, preocupados por la higiene dental de sus pequeños, aunque un poco perdidos a la hora de empezar con el saludable e imprescindible hábito de mantener sana la boca.

La respuesta a esa cuestión resulta simple y fácil. En cuanto nace, papás y mamás deberán iniciar el proceso de higiene bucal del recién nacido y ello por varias razones, a pesar de que el neonato aún no tenga dentición.

En primer lugar hemos de tener claro que los dientes van a ser imprescindibles para la correcta nutrición de nuestro hijo. Con ellos podrá triturar los alimentos y realizar las comidas correctamente. Pero aún hay más. Las piezas dentales también servirán para que la mandíbula se forme de manera adecuada y para que nuestro hijo consiga una fonación completa y sin impedimentos.

Pues bien, resulta fácil deducir que instaurar en nuestros pequeños la costumbre de limpiar los dientes es una tarea prioritaria de su educación. Por ello intentaremos que forme parte de su cotidianidad lo antes posible y nada mejor que hacerlo desde el primer momento.

Sabemos que resulta difícil -aunque no imposible- que el conjunto dental reciba daños antes de “romper” la encía, pero como tampoco es fácil averiguar en qué momento exacto ha aflorado el primer diente, no estará de más evitar las caries cuanto antes.

Para ello la higiene del recién nacido incluirá la limpieza de los restos de leche de sus encías. No será una tarea difícil. Basta con que tras las tomas, pasemos por sus encías una gasita húmeda.

De todos modos, en un tiempo brevísimo, a partir del cuarto mes suele aparecer las primeras piezas de la dentición y desde ese momento ya será imprescindible que estén limpios. La comida que el bebé ingerirá desde entonces puede, sin ninguna duda, arruinar su dentición.