El ronquido es un signo que los padres consultan al pediatra con frecuencia. Muchos niños roncan, generalmente de forma ocasional, coincidiendo con los resfriados, pero aproximadamente uno de cada diez lo hace de manera habitual. Aunque hay otras causas que lo producen, el motivo más frecuente del ronquido en la infancia es la obstrucción del paso del aire producida por un aumento del tamaño de las adenoides.
En su crecimiento, las adenoides contactan con el paladar blando y, con su movimiento al intentar forzar la entrada del aire mientras el niño duerme, se produce el ronquido.
Pero, además, hay que vigilar otros problemas derivados del ronquido. Un 20 por ciento de los niños que roncan dejan de respirar durante unos segundos, para, seguidamente, hacer un resfuerzo respiratorio; esto es lo que se conoce como pausas de apnea y dan lugar al síndrome de apnea obstructiva durante el sueño.
Estas pausas de apnea pueden ser más o menos largas y frecuentes, alteran el ritmo de sueño normal (con la repercusión que ello conlleva en el niño) y, además, producen una disminución en la oxigenación sanguínea que puede ser la causa de problemas cardiorespiratorios y neurológicos.
A la hora de ayudar en el diagnóstico cuando se sospecha el síndrome de apnea obstructiva durante el sueño, puede ser útil que los padres graben en vídeo el sueño del niño, para documentar los síntomas. El diagnóstico exacto se hará monitorizando al pequeño mientras duerme mediante polisomnografía, una técnica que se realiza en el hospital y que permite el registrar las pausas de apnea, su frecuencia y duración, y su efecto sobre la oxigenación de la sangre.
Imagen: oronoticias
La función de las adenoides I – La función de las adenoides III