A la hora de hablar de recepción de ovocitos es imprescindible también hacerlo de la fecundación in vitro.
Anteriormente explicábamos que la fecundación in vitro es una técnica mediante la cual se extrae un ovocito de la mujer y el semen del hombre. Ambos se tratan a continuación en el laboratorio para después proceder a fecundar el ovocito con el espermatozoide. Esto concluye con la introducción del óvulo fecundado en el útero de la mujer.
Pues bien, en la recepción de ovocitos la idea es que se realizará una fecundación in vitro en la que se habrán utilizado ovocitos de una donante en vez los de la propia mujer. El proceso por tanto será exactamente el mismo que en la FIV.
Esta técnica está pensada para aquellas mujeres que no tiene óvulos capaces de generar un embrión y que éste siga su proceso evolutivo con éxito. Es decir, esos casos en los ovocitos de la mujer no son “adecuados” , o cuando la mujer tiene algún tipo de enfermedad genética o de transmisión. También va dirigido a ese grupo de mujeres que tienen menopausia precoz, mujeres mayores de 40 años, o aquellas a las que le hayan tenido que extirpar los ovarios, entre otras.
Para donar ovocitos, la donante tendrá que cumplir una serie de requisitos como: ser mayor de edad y menor de 35 años, tener una ovulación normal, no tener enfermedades de transmisión genética o infecciosa, etcétera. Siempre antes de dar por válida a una donante, la clínica realizará una serie de pruebas que deberá pasar, para poder finalmente donar sus óvulos y que otra mujer termine llevando a cabo la recepción de ovocitos de la que hemos estado hablado anteriormente.
Imagen: Ginny Washburne.