La depresión posparto causa un gran sufrimiento en aquellas madres que tras tener un bebé no sienten la alegría esperada. Por ello, al contrario, sienten una gran tristeza, miedo, apatía, pocas ganas de estar con el bebé, y cambios bruscos de humor que se muestran de forma clara en la relación de pareja. Ante esta situación emocional, la pareja debe de ser un apoyo fundamental, es decir, lejos de juzgar debe de comprender que la depresión posparto no depende de la voluntad femenina.
Por otra parte, es importante pedir ayuda a un psicólogo en caso de que el problema se agrave o se prolongue durante mucho tiempo. De este modo, a través de una terapia, la reciente mamá podrá expresar cómo se siente y cómo afronta su rutina diaria.
Por otra parte, es importante tener una rutina de hábitos regulares, es decir, tener unos horarios marcados en el día a día para poder vivir con cierta estabilidad anímica. En la rutina no debe de faltar ejercicio físico, por ello, nada como dar un paseo diario, caminar o ir a clases de yoga o de taichí.
A veces, las mujeres se sienten desbordadas ante el cambio tan radical de vida que implica ser madre. Por ello, tras dar a luz, es importante que las mamás puedan delegar y contar con ayuda de la pareja, de los abuelos del bebé o incluso, de una niñera. Pero es esencial que la mujer tenga tiempo para sí misma y cultivarse en todos los aspectos y facetas de su vida.
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