A los músculos del cuerpo sobre los que se apoya la vejiga se conoce como suelo pélvico, una zona que durante el embarazo tiende a debilitarse, lo que a la larga puede ocasionar problemas como la incontinencia urinaria e incluso molestias a la hora de mantener relaciones sexuales.
Pero con constancia, los problemas de suelo pélvico se pueden evitar, ¿cómo?, pues fortaleciendo los músculos que se encuentran entre el periné y la pelvis. Los ejercicios de Kegel será lo que todos los especialistas recomienden a las mujeres embarazas para no llegar al punto de tener las incómodas pérdidas de orina. No es necesario esperar a dar luz para comenzar a realizarlos, estos ejercicios no causarán problemas en el feto, y por el contrario, podría dar solución a futuras complicaciones en la madre.
Lo bueno de estos ejercicios es que no se necesita mucho tiempo para llevarlos a cabo, puesto que se podrán hacer en cualquier momento y lugar, ya sea sentada o de pie, por ejemplo, las mujeres podrán aprovechar mientras van el coche o mientras están esperando en la cola de una tienda. La técnica es sencilla, aunque como con todo, cuanto más se practique, más facilidad se tendrá para hacerlo, pero sobre todo, con la practica, la mujer conseguirá acostumbrarse a hacerlo diariamente y considerar estos ejercicios como algo tan importante como cepillarse los dientes, y es que, esto es algo que todas deberían hacer, incluso aquellas que no han pasado por un embarazo.
Para hacer los ejercicios bastará con contraer los músculos de la pelvis. Contraer durante unos cinco segundos, relajar, y volver a contraer, esto se hará varias veces, cuantas más mejor (lo que tampoco significa que se tenga que estar obsesionada por esto). Para aquellas que no lo tengan muy claro, el hecho de contraer será similar a cuando la mujer aguanta con fuerza las ganas de orinar.