La conclusión ha sido publicada en la British Medical Journal, si bien los estudios se deben a un grupo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de confirmarse sus tesis, el descubrimiento supondría una fórmula fácil, barata y eficaz de minimizar notablemente el riesgo de padecer preeclampsia durante el embarazo.
Según estos investigadores de la UNAM, administrar aminoácidos durante el período de gestación, acompañados por suplementos vitamínicos, reduce significativamente el número de mujeres con la toxemia gravídica. De hecho, los estudios realizados por los mexicanos han demostrado que no sólo ayuda a las embarazadas con alto riesgo de padecer esta enfermedad, además baja considerablemente el número de partos prematuros.
Investigaciones anteriores habían arrojado luz sobre esta enfermedad, relacionando la preeclamsia con una deficiencia de L-arginina, fundamental en el mantenimiento del flujo sanguíneo y la presión arterial. Ello planteó a los médicos la posibilidad de que fuesen los aminoácidos los que dieran la oportunidad de controlar la aparición de una enfermedad que puede ser muy dañina tanto para la futura mamá como para el feto.
Con estos datos, los investigadores del centro universitario de México han llevado a cabo un ensayo clínico con la ayuda de 600 mujeres embarazadas, divididas en tres grupos. Al primero de ellos se las trató con vitaminas, antioxidantes y L-argininas. El segundo grupo tomó sólo vitaminas y al tercero se le aplicó placebo.
Los tratamientos se llevaron a cabo a partir de la semana número 20 de gestación y continuaron hasta el momento del parto y cada 3 ó 4 semanas se medían las cantidades del aminoácido.
Al finalizar el estudio, casi el 31% de las mujeres tratadas con placebo desarrollaron preeclamsia, frente al 22,5% de las que tomaron sólo vitaminas y el 12,7% de las que tomaron también la L-arginina.