La mayor parte de la población infantil ha padecido el virus respiratorio sincitial (VRS), aunque en la mayoría de los casos la presencia de este germen es confundida con un resfriado común. A pesar de ello, la presencia de este microbio y las complicaciones que puede llegar a desencadenar es lo que contribuye a que siempre esté en el punto de mira de los pediatras.
Aunque el VRS puede atacar a personas de todas las edades, cabe destacar que al llegar al tercer año de vida, la mayoría de los humanos ya habrán padecido esta enfermedad. De hecho contagiarse no implica el desarrollo de anticuerpos, por lo que en una misma temporada el individuo puede contraerlo en varias ocasiones.
Su diana son los pulmones y las vías respiratorias, con mayor índice de complicaciones para los bebés y mucho más si pertenecen a grupos de riesgo. Además, su facilidad para propagarse y su excelente periodo de latencia le sirven para garantizar que la enfermedad será ampliamente difundida.
Para ello sólo es necesario el contacto físico, las diminutas gotitas que se expanden con un estornudo, un apretón de manos, tocar objetos contaminados… De hecho puede llegar a sobrevivir hasta cinco horas, sin problemas, sobre mostradores, mesas, objetos…
La sintomatología varía según las edades, siendo los pequeños menores de 1 año los más vulnerables a la enfermedad. Por lo general, el cuadro clínico puede ir acompañado de “tos de perro”; dificultad respiratoria, incluso llegando a provocar cianosis en la tez del bebé, por la falta de oxígeno; fiebre; congestión nasal; “pitos”…
Si los bebés son diagnosticados a tiempo, el riesgo de muerte es muy pequeño y, por supuesto, más severo en bebés prematuros o con enfermedades crónicas. El problema surge con las complicaciones, que pueden hacer que el VRS derive en Crup, neumonías, bronquiolitis, insuficiencias pulmonares…
Un consejo que puede reducir bastante el riesgo de contagiarle la enfermedad a un bebé es lavarse las manos antes de tocarle y evitar besarle o mantener contacto con él cuando estamos resfriados.