Siempre y cuando no se pueda ofrecer al bebé una lactancia materna, o bien cuando la madre así lo haya decidido, se le ofreceré al niño la lactancia artificial, para la cual se utilizarán las fórmulas lácteas que se consideren oportunas en cada edad. Cuando se vaya a hacer esto así, los padres encontrarán dos tipos de fórmulas: la leche de inicio, que es específica para lactantes de hasta 5 o 6 meses de edad, y la leche de continuación, que está pensada para complementar la alimentación y que se utilizará hasta el año.
El biberón se hará con las dosis justas, que son de 1 cacillo raso por cada 30 ml de agua. La frecuencia de las tomas así como las cantidades que se ofrecerán en cada una, será el pediatra el que las marque. No obstante, por regla general, el niño podrá realizar las tomas cada tres horas, pudiendo llegar hasta las 4, momento en el que si sigue dormido se le dará igualmente el biberón. Esta pauta se debe mantener durante el día, pero por las noches se le deberán alargar los tiempos, ya que de esta forma se habituará a distinguir entre el día y la noche.
Se aconseja no esperar hasta que el bebé llora y está desesperado para ofrecerle el biberón, ya que con esto lo único que se consigue es que se encuentre excesivamente inquieto y se dificulte la toma.
Durante los primeros meses, únicamente tomará leche artificial, no se complementará esta con agua, suero, etcétera. Cuando llegue el momento de hacerlo, será el pediatra el que avise a los padres.
Hay que mantener una buena higiene siempre, por ello hay que lavarse bien las manos antes de preparar el biberón, el cual se habrá esterilizado previamente. Para calentarlo, se recomienda el baño maría. Todos sabemos que es más cómodo usar un microondas, sin embargo se desaconseja ya que estos electrodomésticos calientan de forma irregular, pudiendo dejar la leche muy caliente por unas zonas y templada por otras, de manera si se comprueba la temperatura por esa última zona, dará la sensación de que está a la temperatura idónea, pero sin embargo, se corre el riesgo de que el bebé se queme con aquellas zonas más calientes.