En Bebé Feliz ya os hemos hablado del puerperio o post parto, pero no nos hemos centrado en las posibles complicaciones que podemos sufrir durante su periodo. No os alarméis, pues no se trata de cosas extremas, pero seguro que preferís prevenir antes que curar.
Hemorroides
Como consecuencia del peso, la presión de feto y los esfuerzos de los pujos, éstas se pueden desarrollar, tanto durante el embarazo como después del parto.
El dolor puede aliviarse con la aplicación de hielo, realizando baños de asiento o con la aplicación de cremas antiinflamatorias. Se recomienda la ingesta de frutas, verduras y de gran cantidad de líquido.
Estreñimiento
Es frecuente después de un parto porque al intestino le cuesta recuperar la motilidad (acción fisiológica del tubo digestivo encargada de desplazar el contenido de la boca hacia el ano). Este problema se agrava si hay hemorroides y por el temor materno a lesionar la sutura de la episiotomía con los esfuerzos.
Una dieta rica en fibra e ingerir abundante líquido favorecen el tránsito intestinal, así como realizar ejercicio físico moderado. Ante el estreñimiento pertinaz están indicados los laxantes.
Hematomas
Pueden deberse a la presión del bebé sobre el periné durante el expulsivo, pero remitirán espontáneamente en unas semanas.
Problemas urinarios
Molestias como el escozor o el ardor al orinar se deben a traumatismos en el parto y se pueden mitigar con una higiene adecuada, ingesta hídrica abundante y administración de analgésicos.
Miccionar con frecuencia es normal después del parto debido al exceso de líquidos que se acumulan en el cuerpo durante el embarazo. También es frecuente la incontinencia urinaria depués del embarazo y el parto. Se debe a que los músculos del suelo pélvico se lesionan, provocando pérdidas de orina ante esfuerzos físicos.
Y eso es todo, aunque es más fácil decirlo que tenerlo. Aún así, no es para tanto puesto que ya tenemos a nuestro peque del que podremos disfrutar de lo lindo.
Imagen: annegeddes