Todos los especialistas recomiendan la lactancia materna como la mejor alimentación que puede recibir el recién nacido prematuro. Esto se debe a que la leche materna contiene una serie de componentes que ayudan a proteger al bebé prematuro contras las infecciones. Algo de esencial importancia, ya que su sistema inmunológico es aún inmaduro.
Funciones vitales como la succión y la deglución suponen un gran esfuerzo para estos bebés que suelen comer con más frecuencia que los recién nacidos a término, ya que su estomágo es de menor tamaño y, por consiguiente, se sacian con cantidades mucho menores.
Por todas estas razones, sería recomendable que utilizaras el sacaleches para estimular la producción y garantizar así que, al menos, durante los seis primeros meses de vida, tú bebé pueda alimentarse exclusivamente con leche materna.
En ocasiones, no basta con la lactancia y es necesario administrar al bebé agún suplemento vitamínico o mineral. No te preocupes, de todo ello te informará el equipo médico antes de que te lleves a tu hijo a casa.
Si, por el contrario, optas por la alimentación artificial, el neonatólogo se encargará de recomendarte una fórmula específica para prematuros y te indicará las pautas para su correcta preparación.
Antes de la semana 32, la respuesta inmune está inmadura y es incompetente respecto al recién nacido a término. La inmunidad general es ineficaz, la barrera cutánea, mucosa e intestinal son vulnerables y de ahí la facilidad para contraer infecciones.
En relación a cuándo debe comenzar el período de vacunación de los prematuros, el consenso general es que deben vacunarse en función de su edad cronológica, siempre y cuando estén clínicamente estables.
Lo habitual es administrar las vacunas por vía intramuscular en la zona antero -externa del muslo-, teniendo en cuenta la poca masa muscular que presentan estos niños.
Es muy importante que a los bebés prematuros con edad gestacional inferior a 32 semanas se les administre una prevención frente al virus respiratorio sincitial en los meses de otoño e invierno. Igualmente, en la época del frío se les debe administrar la vacuna antigripal, una vez hayan superado los seis meses de edad. Esta vacunación se repetirá todos los años.
Otra vacuna recomendada en el caso de los niños pretérmino es la del rotavirus, igual que para toda la población infantil. Hasta la fecha, según la Asociación Española de Pediatría, las experiencias clínicas ponen de manifiesto que la eficacia de las vacunas contra el rotavirus en los prematuros es similar a la de los niños a término.
Imagen: myhealthla