Un bebé de 10 meses ya mostrará al mundo su personalidad y carácter, y mientras unos resultan de lo más sociables, habrá otros que muestren especialmente tímidos cuando se les acerca una persona extraña. También sacará su inconformismo, protestando cuando le obligan a hacer algo que no les gusta, o cuando le quitan su juguete favorito.
Los movimientos son cada vez más precisos, por ello ya será capaz de manipular objetos e incluso comerse él solo una galleta, al tener mayor control sobre sus manos. El equilibrio será algo que también comienza a dominar, y aunque todavía es pronto, es posible que dé algunos pasos (eso sí de forma inestable) mientras se le agarra de las manos.
Es importante hablar mucho al bebé desde su nacimiento, pero es sobre los 10 meses cuando realmente él comienza a entender lo que se le dice, es por ello que es conveniente explicarle las cosas, por ejemplo, cuando va a venir alguien a casa que no conoce, o en el caso de que se haya asustado por algo, o cualquier otra situación que pueda resultarles incómoda.
Es cuestión de tiempo, y también de paciencia, que responda ante una prohibición de los padres. Ya entendía la palabra “No”, pero por regla general seguía haciendo lo que se le había prohibido, sin embargo a los 10 meses es posible que cuando se le diga “obedezca” y deje de hacerlo (obviamente esto no es algo que se consiga de la noche de la mañana, sino algo que deberá practicarse día a día).
Es habitual que los bebés utilicen su propio lenguaje para referirse a las cosas, y esto está muy bien, sin embargo los padres no deben aprenderlo y utilizarlo igual que ellos, sino que, cuando los bebés utilicen una de sus palabras inventadas al referirse a algo, los padres acto seguido la repetirán de forma correcta, así el niño siente que se le ha entendido pero que, aquello a lo que se refieren realmente no se llama así.