El Síndrome de Angelman (enfermedad neurológica y genética) se origina por una alteración en el Cromosoma número 15. Un bebé que nace con este problema, podría no ser diagnosticado hasta los 3 años, o en ocasiones más tarde, ya que el rango oscila de entre los 3 años a los 7.
En cada niño se presentarán diferentes características, siendo habituales algunas como: retraso en su desarrollo, déficit en el habla, déficit de atención con hiperactividad, o problemas de equilibrio y motricidad. Otras que se dan en casos más aislados, podrían ser: convulsiones, microcefalia, estrabismo, cabeza ligeramente aplastada por la parte posterior, lengua y mandíbula más grandes de lo habitual, extremidades pequeñas, entre otras. Por otro lado, es destacable de estos niños que son especialmente sociables, y que aparentemente parecen que están constantemente en un estado de alegría ya que sonríen y ríen durante la mayor parte del tiempo.
El tratamiento del Síndrome de Angelman, hasta el momento, solo será a través de terapia genética, y en el caso de no conseguir éxito con esto, se procederá a poner tratamiento para controlar la mayor parte de los síntomas. Unido a esto, el especialista recomendará la incorporación del niño a las diferentes terapias existentes (que dependerán de cada sitio de residencia, ya que por desgracia no en todas las ciudades se encontrarán los mismos medios).
Los padres que se enfrentan a este problema deberán armarse de fuerza, ya que estos niños serán dependientes de ellos en mayor o menor grado. Y para ellos, siempre resultará una gran ayuda participar en algún grupo de apoyo orientado al Síndrome de Angelman.
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