Viajar con niños es toda una odisea, porque el trayecto se hace interminable para cualquier peque, además, muchos se aburren, e incluso, en el peor de los casos, se marean. Por ello, conviene analizar las ventajas y los inconvenientes de un medio de transporte para pensar en que los niños y su comodidad es una prioridad en este caso. Pues bien, el tren puede ser una opción excelente para realizar un desplazamiento largo en vacaciones o en un viaje de fin de semana.
¿Cómo lograr que el viaje sea positivo?
1. En primer lugar, el niño tiene que llevar ropa que sea cómoda. Es decir, un chándal puede ser una opción excelente. A través de la ropa adecuada se favorece el bienestar del niño.
2. En caso de que el bebé sea pequeño, entonces, es indispensable tener todo el material necesario. Biberones esterilizados y pañales para cambiarle cuando esté sucio.
3. El tren tiene una gran ventaja, y es que, en general, los niños no se marean. Algo muy importante ya que algunos niños que tienen malas experiencias en los viajes, llegan a coger un gran rechazo a cualquier trayecto en coche o en autobús, como consecuencia de los malos recuerdos.
4. Pensando en el ocio y en el entretenimiento de los más pequeños de la casa, lo ideal es llevar algún peluche o algún juego con el que el niño se distraiga. Por otra parte, conviene recordar que en los trenes, se emiten películas, por tanto, el niño también puede divertirse gracias a un título familiar (no siempre las películas que se emiten están dirigidas a toda la familia).
Relájate y disfruta del viaje. De lo contrario, contagias la ansiedad a tu niño y se pone nervioso. Disfrutar del paisaje también es una buena forma de entretenimiento.
Imagen: Libreta Virtual
Más información: Mi bebé y yo