La prueba de detección precoz de la sordera es totalmente indolora y se realiza a todos los bebés recién nacidos antes de recibir el alta en el hospital. Según el centro hospitalario, el cribado auditivo universal puede ser mediante: Otoermisiones Evocadas Transitorias (OEAT) o Potenciales Evocados Auditivos Automáticos.
Otoermisiones Evocadas Transitorias (OEAT). Se coloca una pequeña sonda en el oído del bebé que emite un sonido. Esta sonda recoge la respuesta de la cóclea (estructura con forma de caracol situada en el oído interno). Es una prueba muy rápida y económica. Representa la actividad de toda la cóclea.
Potenciales Evocados Auditivos Automáticos (PEATCa). Consiste en colocar unos electrodos en la cabeza del bebé que recogen la respuesta de las vías nerviosas auditivas cuando se le manda un sonido al pequeño, en frecuencias agudas (2-4 kHz) solamente. Realizar esta prueba requiere más tiempo.
Las dos pruebas son válidas para el cribado y se deben confirmar después con técnicas más costosas y precisas como los potenciales de tipo clínico y las audiometrías. Estas últimas son la técnica de confirmación obligatoria ante cualquier sospecha y previa a cualquier tratamiento. Consisten en emitir unos sonidos a diferentes intensidades y frecuencias y observar si el niño reacciona.
Pueden empezar a ser útiles a partir de los 8-12 meses con las de tipo conductual y, a partir de los cuatro o cinco años se realizan ya las convencionales.
¿Qué señales nos da el bebé con problemas auditivos? Durante el primer año (de 0 a 12 meses):
- No reacciona ante sonidos fuertes. Por ejemplo, la caída de un objeto pesado, el sonido de una puerta que se cierra de golpe, etcétera.
- No emite ningún sonido o no gira la cabeza cuando le hablan.
- Deja de balbucear o los balbuceos pasan a ser gritos de alta frecuencia (entre los seis y los ocho meses).
- No comprende palabras que deberían serle familiares.
- No juega con sus vocalizaciones.
Durante el segundo año (entre los 24 y los 36 meses):
- El bebé no responde a órdenes sencillas.
- No reconoce su nombre.
- No presta atención cuando le leemos un cuento.
- No consigue hacer frases de dos palabras.
- No sabe identificar las partes del cuerpo.
Imagen: baraderohoy
Detectar precozmente los problemas auditivos I – Detectar precozmente los problemas auditivos III