Otro de los cambios que se pueden producir en el embarazo se produce en la propia piel. Esto ocurre debido a los cambios hormonales y pueden ser diferentes formas, como manchas oscuras, acné, estrías, etcétera.
Especialmente en los comienzos del embarazo, algunas mujeres parece que vuelven a la pubertad y se tienen nuevamente que enfrentar al acné. Si esto ocurre en las farmacias se pueden conseguir tratamientos para ello, sin embargo antes de utilizar cualquiera de las opciones que existen, hay que consultarlo previamente con el médico. Una buena limpieza de la piel será la mejor aliada para tratar los casos de acné.
Las estrías, es otro problema que asusta a las mujeres embarazadas, ya que una vez que aparecen será casi imposible deshacerse de ellas. Por eso lo mejor es prevenirlas (aunque aún así será complicado evitarlas), comenzando por intentar no engordar demasiado durante el embarazo. Recordamos que no por coger más peso, el bebé va a nacer más grande y más sano, al contrario, el exceso de peso tan solo podrá acarrear problemas, tanto durante el embarazo como durante el parto. Mantener la piel hidratada con cremas o lociones adecuadas, también ayudará con este problema.
Las manchas oscuras en la piel en muchos casos ocurren por el sol. Hay que tener cuidado con el sol siempre, pero en esta etapa aún más, ya que puede oscurecer ciertas zonas de la piel dejando esas incómodas manchas. Por tanto si la embarazada va a estar expuesta al sol, lo mejor será que utilice una buena protección. Como siempre utilizar maquillaje apropiado ayudará a corregir esas manchas.
Para evitar erupciones en la piel (que se producen especialmente cuando hace mucho calor) se recomienda utilizar ropa cómoda, que no se ajuste a la piel, y a ser posible de algodón.
Foto obtenida de: urbantitan.com