Intentar que los niños tomen frutas en muchas casas se convierte en una verdadera batalla, y es que no todos los peques miran con buenos ojos estos alimentos que son tan necesarios. Lo mismo les ocurre a algunos con la leche… ¿qué tal probar a mezclarlos y hacer un batido bien fresco para combatir el calor del verano?
Las opciones para hacerlos son muchas, y probablemente de esta forma, ellos mirarán la fruta y la leche con otros ojos, y es que, al poder hacerlos de sabores variados será algo que llamará especialmente su atención, y más aún cuando se les invita a prepararlos con papá o mamá.
Al mezclar la fruta y la leche (que podremos sustituir también por helado o yogur) se consigue una combinación espumosa y cremosa que, por regla general encantará a los niños. La manera de servirlos también se puede cuidar para que les entre aún más por los ojos, por ejemplo en vasos altos y grandes, espolvoreando por encima virutas de chocolate, añadiendo nata montada por encima, etcétera. Y como colofón, es importante también incluir en la presentación un par de pajitas… seguro que con una presentación así no se podrán resistir.
Como decíamos opciones hay muchas, como por ejemplo: plátano con helado de chocolate, mango con yogur, kiwi y manzana, naranja y helado de nata… es cuestión de echarle imaginación e ir haciendo combinaciones hasta encontrar aquellas que más gustan a los pequeños. No obstante, en el caso de que un batido no tenga demasiado éxito no hay que rendirse, los niños, especialmente en el caso de los más pequeños, se terminarán acostumbrando a los diferentes sabores que se le vayan proponiendo, e insistir en ellos (siempre poco a poco) será la mejor forma de educar su paladar.
Foto obtenida de: njfamily.com.