Durante los primeros meses en la vida de un bebé es posible que surjan incómodos trastornos digestivos, más conocidos como cólicos del lactante. Si el niño es propenso a ello, va a ser una etapa dura tanto para ellos como para los padres que, especialmente durante la noche, no podrán descansar. Pero hay que pensar siempre en positivo y tener presente que esto es algo transitorio que terminará pasando en unos meses.
Para los trastornos digestivos se escucharán soluciones de todo tipo, las abuelas especialmente sabrán más de un remedio para combatir las molestias, pero, aunque es muy cierto que las abuelas saben mucho y que son una parte importantísima en la vida de los bebés, siempre es recomendable consultar con el pediatra esos remedios caseros antes de llevarlos a la práctica en los bebés, sobre todo si se trata de administrar cualquier tipo de medicamento, hierba, etcétera, a los bebés.
El pediatra en la mayoría de los casos podría recomendar alguna leche infantil específica para mitigar las molestias que ocasionan los cólicos del lactante. Además también suelen aconsejar realizar masajes, elegir algunas posturas en las que los niños se sienten más aliviados, u ofrecer algunas infusiones que favorecen el proceso digestivo (volvemos a hacer hincapié en que esta solución tan solo se aplicará si el pediatra ha dado su visto bueno).
Otro trastorno digestivo que podría ocasionarse más tarde, puede surgir en el momento de introducir los primeros cereales (estos en principio siempre serán sin gluten). En ocasiones en esa etapa muchos bebés comienzan a tener problemas de estreñimiento. También para estos casos existen leches específicas anti estreñimiento, y como complemento si el pediatra lo considera oportuno se podrán ofrecer al bebé infusiones de frutas para aliviar el malestar.
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