El responsable de Pediatría del Hospital Quirón de Málaga, Manuel Baca Cots, señala dos problemas que pueden sufrir los bebés y ante los que hay que estar muy atentos.
En las niñas hay que vigilar la sinequia vulvar. Se trata de una fusión global o parcial de los labios menores que viene producida por una inadecuada higiene, sin abrir esta zona al bañarles; y se favorece por abuso de las toallitas con excesiva crema.
Así, inicialmente, es importante insistir en la higiene adecuada con la apertura de los labios menores durante el baño y, si están parcialmente adheridos, mediante tracciones muy suaves. Posteriormente, se debe de colocar vaselina para evitar que se fusionen otra vez por contacto. Los casos más avanzados, dependiendo del tiempo de evolución, suponen una membrana más dura requiriendo, en algunos casos, una intervención quirúrgica para liberar esta unión.
En el caso de los niños, se pueden dar casos de testículos ocultos o en ascensor, la llamada criptorquidia. El doctor Baca indica que los testículos, durante el embarazo, se sitúan dentro de la cavidad abdominal. Cuando avanza la gestación se produce un descenso hasta la bolsa testicular. Pero, en ciertas ocasiones, este descenso no se completa y se queda en el canal de bajada, que es el canal inguinal.
Durante un tiempo, se puede esperar en esta situación, pero no se puede hacer de forma indefinida puesto que el testículo, para mantener vitales los espermatozoides que contiene, necesita ciertas condiciones de temperatura que no se respetan en otras localizaciones diferentes a la de la bolsa escrotal. Por ello, antes del año de edad, hay que ponerse en contacto con el especialista, para que valore hasta qué momento es conveniente esperar.
El primer paso, una vez que se valore que realmente es una criptoquidia que no debe esperar, es tratarlo mediante un derivado hormonal. En caso de fracasar este tratamiento, se recurrirá a la cirugía.
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