Alimentos para el invierno II

Calabacín

Es pariente cercano de la calabaza, aunque desde el punto de vista nutricional son algo diferentes. Es rico en agua, contiene hidratos de carbono y su contenido en grasa y proteína es prácticamente nulo. También tiene bastante fibra y destaca la presencia de folatos, vitaminas del grupo B (B1, B2 y B6) y vitamina C.

Respecto a los minerales, los más abundantes son el potasio, el sodio y el magnesio.

Para los peques:

• Su agradable textura y suave sabor lo hace un alimento muy aceptado por los más pequeños.
• En puré lo toleran muy bien, pero es recomendable utilizarlo en otras recetas como en pastas, arroces, pizzas, ensaladas, con salsas, en pastel, etcétera.

Cebolla

Su elevado contenido en agua hace que tenga un valor calórico muy bajo. Es una fuente interesante de potasio, calcio, hierro, magnesio y fósforo y es rica en vitaminas del grupo B (vitaminas B3, B6y B9). Además, presenta cantidades discretas de vitamina C y E, ambas de carácter antioxidante.

También contiene otras sustancias antioxidantes como los flavonoides y compuestos azufrados (estos últimos son los precursores de compuestos volátiles que otorgan a la cebolla su sabor tan característico).

Para los peques:

• Su sabor puede resultar demasiado intenso para algunos niños, por lo que hay que escoger las variedades menos picantes y siempre es mejor cocinarla (cruda tiene un sabor mucho más fuerte). Se puede introducir en preparaciones varias, como ingrediente en tortillas, empanadas, pizzas y croquetas.
• Queda deliciosa cortada en aros y rebozada.

Imagen: Flikr/GonzaloMMD

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