Continuemos donde lo dejamos el otro día y así podréis tener a mano las 10 claves sobre la caries del biberón.
5. El nombre del cuadro viene porque es más frecuente que se produzca en bebés a los que se les deja un biberón que ellos se van tomando en pequeñas cantidades y de forma continua. Pero este cuadro puede producirse en otras circunstancias como, por ejemplo, al usar un chupete mojado en azúcar, miel, leche condensada o mermelada.
Es decir, el problema viene por las tomas frecuentes de pequeñas cantidades de azúcar o la ingesta de alimentos de consistencia pegajosa que prolongan el tiempo de contacto de los azúcares con la placa bacteriana.
6. Una medida de prevención fundamental es que no se queden restos de alimentos retenidos en la boca del bebé durante la noche, ya que la capacidad de autolimpieza diminuye en estos momentos (se segrega menos saliva).
7. Para erradicar el mal hábito de tomar el biberón incorrectamente, hay que procurar quitárselo al bebé en cuanto sea posible. Podemos acostumbrar al pequeño a beber en un vaso a partir de los nueves meses de edad, aproximadamente.
8. Además de evitar malos hábitos alimentarios, los padres deben practicar una higiene bucal precoz, incluso antes de que salgan los dientes, limpiando las encías suavemente con una gasa o con un cepillo específico para bebés (eso sí, a estas edades nunca hay que utilizar pasta dentífrica).
9. Es un problema bastante importante porque progresa rápidamente y puede repercutir mucho en la salud del niño, generando infecciones locales o, distintos procesos infecciosos. Cuanto más tiempo pasen las caries sin recibir tratamiento, más se agravará el cuadro, pudiendo afectar a los dientes permanentes que ya se están formando.
10. Si finalmente el cuadro se descontrola, puede llegar a destruir piezas dentales. Esto repercutirá en la forma de comer, espirar y hablar del niño e incluso puede alterar el desarrollo de los músculos y los huesos faciales.
Imagen: elsiglodetorreon
Decálogo sobre la caries del biberón I