El estrés es natural en la vida, especialmente, en pleno siglo XXI donde muchas veces, se confunde el valor de una persona con las ocupaciones y con el rendimiento. Sin duda, merece la pena tomar conciencia de todo lo que supone decir adiós a ese estrés tan dañino a largo plazo, cuando se convierte en crónico.
Existen antidepresivos que son muy naturales, tanto como la amistad. Es decir, no hay nada que sea tan gratificante para una mujer embarazada o madre como estar con sus amigas, poder hablar con ellas, desconectar de la rutina cotidiana, aparcar por un tiempo la maternidad porque una mujer es mucho más que madre.
Es decir, no se agota en este rol, y lo que le causa estrés, realmente, es pensar que sí ha quedado absorbida por su función de madre, y ha dejado de ser deseada por su pareja, ya no tiene tanto tiempo para los planes románticos, para su independencia, para quedar con los amigos… ¿En qué ayuda la amistad?
1. En primer lugar, te ayuda a relativizar. Es decir, los problemas se agrandan cuando te los guardas para ti, en cambio, cuando los compartes con alguien más se hacen más llevaderos porque adquieren otra perspectiva.
2. Existe una conexión especial entre las amigas, una empatía emocional muy potente que es curativa. Existen cosas que es mejor contar a las amigas que a la pareja.
3. Con tus amigas te sientes bien, te sientes nuevamente, en un mundo de adultos. Cuando te encierras únicamente en el bebé, puede que llegue un momento en el que eches de menos, otras conversaciones que no tengan que ver con pañales y chupetes.
Imagen: Publispain